Las cámaras de refrigeración son recintos aislados térmicamente en los que se almacenan toda clase de productos dependiendo del rubro que las maneje (en su mayoría, industrias alimentarias y farmacéuticas). Sin embargo, y pese a que su tiempo de vida es relativamente prolongado, eso no las libra de problemas que puedan comprometer su trabajo, siendo esa la razón por la que a día de hoy se encuentran diferentes modelos en el mercado para adecuarse a cada una de las necesidades de su cliente.
¿Qué son las cámaras de refrigeración?
También conocidas como “cámaras de frío”, son aparatos que funcionan gracias a los novedosos sistemas de refrigeración que se emplean durante su puesta en marcha. Sin embargo, a diferencia de lo que se pueda creer, no enfrían necesariamente los alimentos, sino que en su lugar extraen la energía (calor) contenida en su interior. Para lograrlo, emplean evaporadores de refrigerante mientras que el resto de sus componentes se encuentran de forma remota para conseguir una temperatura de almacenamiento ideal.
Sin embargo, esto no significa que todas las cámaras de refrigeración tengan los mismos componentes o incluso la misma capacidad de refrigeración. De hecho, en función de su diseño y prestaciones, cada modelo suele tener sus propias características. Por lo que, en términos generales, la conservación de alimentos requiere de cuidados apropiados y para ello el cliente debe de saber elegir bien el modelo al que pueda sacarle mayor provecho.
Tipos de cámaras de frío
Por su importancia, en la actualidad existen diferentes tipos de cámaras de refrigeración para satisfacer las demandas de cada cliente. Por ello, están diseñados para cumplir los requisitos de conservación en una amplia gama de temperaturas. Como resultado, proporcionarán condiciones controladas en su interior, pero hay dos en particular que han cobrado protagonismo en el mercado peruano. Estas son las cámaras de conservación y las congeladoras. A continuación, profundizaremos un poco más en cada una de ellas.
Cámaras de conservación
Conocidas también como “cámaras de temperatura positiva”, son contenedores de almacenamiento que mantienen una temperatura constante. También se conocen como cámaras térmicas porque mantienen la temperatura constante entre 0º y 10º Celsius. Se utilizan para la conservación de alimentos frescos, frutas y verduras, así como para mantener los niveles de humedad en ellas. Tiene importantes ventajas para diferentes sectores de la hostelería, los almacenes y las bebidas.
Cámaras de congelación
También conocidas como cámaras de temperatura negativa, tienen un rango de temperatura medio de -18° a -32° Celsius. Para congelar las mercancías de su interior, están recubiertas con revestimientos que favorecen la humedad atmosférica y el control del temple. Son especialmente útiles para conservar cosas orgánicas, entre otras cosas.
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